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EL REMO EN EL LAGO DE BANYOLES
Editado en catalán
El libro emplieza con unas breves pinceladas a la historia del remo, haciendo referencia a los antiguo egipcios, a Homer, a Platón ya Virgilio hasta llegar al siglo XVIII en que se produce la eclosión del remo como deporte. A partir de aquí y un poco mas detenidamente se hace un repaso al nacimiento de los primeros clubes, tanto a nivel de nuestro país, como de Europa.
En el caso de Banyoles, empiezo por hacer una pequeña historia-ficción, con un primitivo habitante de la Draga que encima de un tronco se desplaza por las aguas de nuestro lago, hasta ir a parar a hechos más concretos como la botadura de una barca que con capacidad para 30 remeros se llevó a cabo a principios del siglo XVI, en nuestro lago, por parte del Abad Martirià de Prats.
También hago referencia a diferentes motivos, podríamos decir náuticos, que encontramos en Banyoles, como los grafitos y las pinturas medievales de la Pia Almoina y el barco de la fachada del monasterio.
Toda esta primera parte nos conduce al siglo XIX que es cuando realmente se planta la semilla de la historia del remo como deporte en Banyoles. Y es que este siglo lo podríamos llamar como el del descubrimiento social del lago, dado entre otras cosas por el aumento del turismo entre la burguesía foránea, atraída principalmente por el nuevo balneario que está creciendo en la zona de la Font Pudosa . Un turismo que viene a reposar, a pasear, a disfrutar del paisaje y del lago, a pescar ya ir en barca. Una de las consecuencias de ello se las concesiones que el Ayuntamiento hace a diferentes personas para poder construir unas edificaciones a orillas del lago: las llamadas pesqueras.
Este descubrimiento del Lago, tampoco es ajeno a los artistas locales y foráneos, que lo cogen como modelo para sus obras pictóricas o literarias. Así encontramos pintores como Ramon Martí i Alsina, Manuel Pigem y Ras o Joan Llimona que lo toman como modelo en sus obras.
Es la época de la botadura de las barcas “Dolores” y “Tiróna”, que reunirán lo mejor de la sociedad bañolense de finales del siglo XIX en torno a estas barcas, y es que el navegar ha convertido ya en algo habitual. Recordemos los paseos que Mossèn Cinto Verdaguer hizo, acompañado de los prohombres de la Villa, el verano de 1884.
Así llegamos a las fiestas de la Virgen de agosto del año 1886. La población estaba bastante desanimada, después de haber sufrido el año anterior una fuerte epidemia de peste. Hecho que también incidió en la pérdida de visitas de forasteros. Para poder hacer frente a ambas situaciones y recuperar por un lado el ánimo de la población y por otro la llegada de visitantes, el Ayuntamiento quiso organizar una fiesta muy lucida, con un gran despliegue de actividades: bandas militares , levantamiento de globos aerostáticos, fuegos artificiales, bailes, teatro ... y lo que tenía que estar el acto insigne de las fiestas, las regatas de remo.
Así pues podemos decir que la fecha del 16 de agosto de 1886 marca, en Banyoles, el pistoletazo de salida de las primeras regatas documentadas. Sin embargo, seguro que antes ya existía una cierta afición a este deporte incipiente, ya que en esta primera competición participaron dos embarcaciones locales, lo que nos demuestra que poco o mucho ya había un grupo homogéneo de gente que cogía el bote, no para pasear o para pescar, sino para remar con fuerza, con coordinación y con velocidad, en fin, para poder competir con otras embarcaciones.
En 1887 se vuelven a repeti,r pero desaparecerán del calendario festivo hasta agosto del año 1911, en el transcurso de los actos organizados con motivo de la segunda Fiesta del Pescado, donde en el programa de fiestas se anuncian unas Grandes Regatas por el Real Club de Barcelona,
El resurgimiento del remo como deporte, hasta ahora, siempre había venido precedida de alguna celebración donde las regatas tenían un papel festivo. Pero a partir del final de la década de los años 20, la cosa cambia y ya no es la fiesta la que lleva la gente a remar al lago, sino sus condiciones. Es así como los años 1927/28 un equipo de remeros barceloneses, con el fin de entrenarse en un lugar adecuado y que reúna mejores condiciones que las del puerto barcelonés les daba, vinieron muy a menudo con sus embarcaciones para prepararse y poder hacer un buen papel en las Olimpiadas de 1928.
Lo cierto es que la semilla del remo ya germinaba y dos años más tarde, por las fiestas de agosto de 1930, se llevan a cabo unas nuevas regatas organizadas por la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento con la cooperación del Club de Mar y Club Marítimo de Barcelona.
Mientras tanto, ya hacía unos años que en nuestra ciudad una nueva entidad deportiva iba cogiendo fuerza: el Club Natació Banyoles (creado en diciembre de 1925). Sin embargo, a pesar de la ilusión, esfuerzo y tenacidad de los pioneros del nuevo club, una serie de problemas internos, agravados por una crisis económica hace que este cierre las puertas a finales de 1934. Pero, como el ave Fénix de la leyenda, en 1944 resurge de sus cenizas y vuelve a abrir las puertas. Dos años más tarde, en 1946, se da de alta de la Federación Española de Remo y el 15 de agosto del mismo año organiza unas Regatas de yolas de mar y outriggers a cargo del Club Marítimo de Barcelona.
Es también en estos años que en Cataluña se produce un crecimiento del remo, en 1945 el GEiEG de Girona crea su Sección de Remo y Vela y al año siguiente, en 1946, nace el Club de Remo Tortosa.
Al año siguiente, el 15 y 16 de agosto de 1947, coincidiendo de nuevo con las fiestas de agosto y cuando aún faltaba más de una década para que naciera oficialmente la sección de remo, el Club Natació Banyoles y el GEiEG organizaron los Campeonatos Nacionales de Remo.
También fue por estos años que el empresario barcelonés Lluís Omedes, (campeón español de skiff, exremero olímpico del Club Marítimo, directivo de las federaciones catalana y española de remo y fundador del Club de Remo Ruber de Barcelona) se hizo construir una " pesquera "en un margen del" Cap de Bou "(la casita de madera), donde poder guardar como garaje sus embarcaciones y para prepararse para las Olimpiadas de Helsinki. Omedes llevó a Banyoles unos remeros que había visto un verano en una regata de chalupas en el Port de la Selva. Los entrenó y pagó la estancia intensiva previa a los juegos. Dos años después de Helsinki, en 1954, Omedes dejó el remo, pero ese deporte había creado ya mucha expectación entre los jóvenes de la ciudad.
El 28 de agosto de 1956, coincidiendo con las fiestas de agosto, como ya había hecho años antes por estas mismas fechas, se organizan, por parte de la recién creada sección de remo del GEiEG, unas Regatas de Yolas y Outrigger.
Entre el 26 y el 29 de mayo de 1958 se llevan a cabo los Campeonatos de Cataluña y apenas un mes más tarde el Club Natació Banyoles organiza el XIV Campeonato de España de outriggers.
El verano de 1958, Jordi Gimferrer, delegado de remo, anunciaba la creación de la nueva sección.
A partir de aquí ya entramos en la historia del remo del Club Natació Banyoles.
- Campeonato de España de Málaga del año 1958.
- La inauguración del nuevo Club en 1960.
- Inauguración de la pista de remo olímpica. La regata Oxford Cambridge de 1964.
- Jean Tarcher y los Remeros de la Armada, a finales del sesenta.
- La época de Pedro Abreu y Dick Pieper los años setenta.
- La casi desaparición de la sección del año 1981. El consecuente resurgimiento y la Generación del 92.
- Match des Seniors de 1985.
- Campeonato del Mundo Juvenil de 1991.
- Olimpiadas de 1992.
Y por último hay que mencionar el último capítulo del libro, titulado "Camino del siglo XXI", que ha sido escrito por Miquel Juncà y Riuró.