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EL CURTIDOR

EL CURTIDOR


Editado en catalán, corresponde a un capítulo del Libro "Oficios y herramientas de antaño", editado por el Consell Comarcal del Pla de l'Estany, 2010

Introducción

A diferencia de los otros oficios seleccionados a lo largo de este libro, más artesanales, el de los " curtidores", a pesar de ser más industrializado ha tenido una presencia histórica constante en la comarca y los cambios que ha sufrido han sido considerables a lo largo de los siglos. Estas fueron las razones que hicieron aconsejable que también formara parte de esta elección de oficios de antes.

El de los curtidores es un oficio de larga tradición en la comarca y de hecho, con la aparición, en el siglo XII, los molinos curtidores, empieza a coger empuje este tipo de establecimientos destinados a abonar las pieles, donde se elaboran pieles de buey y de vaca para suela de calzado, cuero industrial, etc.

Aspectos históricos

El hecho de que las tareas de abonado, realizada por curtidores, y las de acabado del producto, a cargo de los curtidores, se entrecruzan, llevó en mucho de los casos a compartir las mismas instalaciones: las llamadas tenerías. En Vic el año 1793 ya se unificaron y en poblaciones como Cervera, Figueres, Girona, Granollers, Igualada, ... compartían desde la época medieval denominación y patronaje gremial. En Banyoles, desde antes del siglo XVI, tenían una cofradía junto con los zapateros y curtidores, como lo demuestra el hecho de que en fecha 21 de agosto de 1599 el abad Bartolomé de Montagut confirmara los nuevos estatutos de esta cofradía , bajo la invocación de San Marcos Evangelista, los cuales dicen que aunque "sea fundada de muchos años hacia asa", hacia predecesor de este abad le había confirmado nunca, dando entender así que ya hacía años que existían como cofradía .

A diferencia del gremio textil donde las diferentes operaciones del oficio (hilado, cardado, teñido ,...) tenían unas técnicas y utillajes específicos y que a la larga dieron lugar a una estructura gremial diversa (tejedores de lino y lana; pelaires y fabricantes de lana ,...) los oficios de la piel mostraron desde un primer momento unos orígenes de similitud considerable y aunque el acabado final fuera diferente todas partían de unas operaciones comunes: el desollado del animal y el abonado de las pieles o cueros para convertirlos en materias primas de cada especialidad. Esto se tradujo en que, en muchos casos, un mismo artesano ejecutaba parte del proceso industrial él mismo: desde el abonado hasta la venta, por lo que, en los estatutos de la propia cofradía de finales del siglo XVI ya se dejaba bien claro que " .. no sie ningun sabater qui gose ni presumesca adobar cuyros ni fer altres coses tocans als officis de blanquer y assahonador, y por lo contrari tampoch no sie nengun blanquer y assahonador qui gose fer sabates ni altres coses tocant als offici de sabater sots pena de .. "E incluso llegó a prohibir que si algún padre curtidor o sazonador tenía un hijo zapatero, no podía ejercer en el mismo edificio, sino que debía hacerlo en casas separadas.

La riqueza de esta industria en la comarca, y en concreto en la ciudad de Banyoles, queda patente en un informe de 1789 en que dice que " ... se fabrican 3.500 pieles de cordobán, 5000 de valdesas, 1000 cueros sola y 500 de vaqueta negra ... ". En el siglo siguiente se crean en 1820 Curtidos Hostench, que se dedicaba a la piel del vacuno, el 1836 Can Pujol, sobre todo en piel de cabra para calzado; en 1875 Can Franch, que en los años treinta del siglo XX exportaba guantes en Holanda y Inglaterra, y en 1899, Can Prat Hostench. En la primera mitad del siglo XX nuevas industrias vienen a añadirse o sustituir a las mencionadas: En 1902, Masmitjà que se dedicó a adornos; en 1909 Can Turró; en 1914 Curtidos Amatller, y que en 1988 contaba con 160 trabajadores ; en 1915, Durall, que trabajaba la piel de vacuno, destinada a sola, napa y calzado; en 1916 Prat-Güell; en 1919 la fábrica de charol Sol Turró que trabajaba las pieles de lana conozcas como badanas xarolades, muy resistentes, para calzado infantil y en 1943 Agustí López García, que trabajaba la piel de cabrito para calzado de señora.

Proceso de tratamiento de la piel

El proceso podríamos decir que comienza con la adquisición de la piel. Desde que existen los mataderos, éstos en son los principales suministradores (en el caso de la empresa Tort y Franch de Banyoles, estos tenían, a principios del siglo XX la exclusiva para toda la provincia, lo que hacía que a veces se convirtieran en intermediarios, sobre todo por el mercado francés y ya en el siglo XVII había tres tenerías en Banyoles, que transformaban pieles procedentes de ganado vacuno de América y de corderos, cabras y machos de la comarca). De hecho sin embargo, la relación entre la industria de la piel y los carniceros de la comarca siempre ha sido constante y hasta que no se empezaron a instalar los grandes mataderos industriales siempre habían siete los principales suministradores de materia prima, todo y que en algunos casos de obradores pequeños habían tenido los llamados peleteros que eran los encargados de ir por las casas, anunciando su presencia con toques de trompeta y pidiendo si tenían pieles de conejo, un animal al que ellos mismos mataban y desollaban.

Pero dejando de lado este primer apartado, el proceso completo por lo que pasaba y pasa la piel lo podríamos dividir en dos grupos, que son los que dan nombre a estos oficios:

- Los “blanquers” y “adobers”: que eran las personas que tenían el oficio de hacer las operaciones preliminares de cara al abono de las pieles: remojarlas, encalar-las, pelarlas, descarnar-las y arreglarlo las.

- Los “assaonadors”: eran las personas que tenían el oficio de sazonar las pieles, esto es, cogerlas tal como las dejaba el curtidor y engrasarlas, teñirlas, desarrugarlas, secarlas, lustrarlas, etc.

Una vez conseguidas las pieles lo primero que se tenía que hacer era remojarlas y limpiarlas para extraer el máximo de suciedad posible y conseguir que cogieran la consistencia original. La necesidad de un uso constante de agua es el motivo de que esta industria estés siempre situada junto a un curso de agua (ya sean riegos, en el caso de Banyoles, o ríos, en el caso del resto de la comarca) y también separadas de la población debido a la peste que generaban. Pasados dos o tres días, ya estaban listas para extraer la lana, por lo que se untaban por la cara interior con una pasta de cal (a veces también se usaba sulfuro de sodio) se plegaban como si fueran un libro y se dejaban reposar unas horas, pasadas las cuales ya se podía extraer la lana o el pelo y descarnar la piel (este proceso se llevaba a cabo en unas salas que a medida que pasaba el tiempo iban encalado por el efecto de la cal y de ahí el nombre de curtidos). Una vez descarnadas al máximo y bien limpiadas con agua, para eliminar cualquier resto de producto químico, venía el proceso llamado de rendimiento, que era un proceso biológico a través del cual los microbios se comían las fibras duras de las pieles (antiguamente se conseguía con una mezcla de agua y excrementos animales), para que quedaran blandas y manejables y se pudieran trabajar. Una vez el proceso terminado se limpiaban otra vez en abundante agua, por que el efecto del rendimiento se detuviera del todo y evitar la piel se puede pudrir y aquella ya estaba preparada para el abonado. Si éste no se hacía a continuación del anterior proceso entonces se les hacía un tratamiento con ácido y sal y así se podían guardar sin peligro el tiempo que fuera necesario.

Según nos explica Francesc Colprim, un hombre con una larga experiencia en este gremio, pues había trabajado en charoles Sol Turró, en Can Franch, en Ca l'Agustí López García y Ca l'Amatller, antes de pararse por su cuenta el año 1973, " una vez limpia de sangre, grasa y cáscara, y con el máximo de por o lana arranque, se debe hacer el calero que sirve para botir la piel para que después con el rendido se le pueda sacar la raíz de la lana o la piel que haya podido quedar. Por último, antes de la curtición, se lleva a cabo el piclat que consiste en coger la piel rendida para darle consistencia y fuerza. En el rendido queda como si fuera una gelatina, con las fibras abiertas y ahora con el piclat hay compactarla un poco ... "

Taninos vegetales (el "roldor" o emborrachacabras y la corteza)

Para llevar a cabo el abonado se requería de los taninos que proporcionaban el emborrachacabras o bien de la corteza de diferentes árboles. Ambas cosas requieren que hablemos un poco, por que de por sí son bastante importantes para la historia de la comarca como para pasarlas por alto ya que dieron trabajo a un tipo de gente que en principio no tenía nada que ver con el gremio de los curtidores:

- El emborrachacabras (roldor): éste era un arbusto muy abundante en las montañas de la parte oeste de nuestra comarca y una materia prima muy importante dentro de la industria de la piel, pero sobre el que tenía el monopolio del abad del monasterio de San Esteban. Es por ello que se puede considerar un hecho importante cuando la Villa en 1253 consiguió comprar al abad el derecho del sumac o del “roldor”, consiguiendo unos años más tarde, el propio gremio de curtidores el monopolio de la extracción y comercio del emborrachacabras dentro de la ciudad y alrededores de forma que pasó a ser una importante fuente de ingresos de muchos agricultores de la comarca. Según Francesc, " ... una vez usado el roldor, se ponía en un molde, el prensaban y lo dejaban secar. Y cuando era seco lo ponían en una estufa y daba calor en el hogar ... < / i> "

- La corteza de árbol: junto a los riegos de Banyoles, junto con los molinos curtidores y harineros, y paralelamente al crecimiento de la industria de la piel, aparecieron otros tipos de molinos, los llamados molinos de corteza . Estos estaban situados normalmente en la planta baja del edificio, donde dentro de un espacio circular, a modo de almazara, se disponía una rueda vertical, derecha, que era movida por la fuerza hidráulica del agua del riego, siguiendo un doble sentido rotatorio que molía la corteza en rama. Esta corteza podía ser de diferentes árboles, y dependen de cada tipo se conseguía un acabado de piel tal y como comenta Francesc quien dice que " ... la mejor era la de encina, ya que tenía más taninos, mientras que cuando ésta se terminó se usaba la de pino, pero no era el mismo, ya que no daba la misma fortaleza en la piel ... e incluso se llegaron a importar taninos de América del Sur , como el extracto de mimosa ... "

Una vez abonada la piel, mediante los taninos vegetales, obtenía un refuerzo de la piel, la cual una vez secado se volvía rígida de modo que para recobrar la flexibilidad era el esfuerzo manual de los trabajadores que la tiraban hasta que perdía la rigidez inicial. Dependiendo de un simultáneo u otro se podía dar un color u otra. Por ejemplo Francesc comenta que " ... este proceso, que no se podía hacer en bombo para que los clavos que juntaban las juntas de las maderas se oxidan y manchaban la piel, y es por eso que se hacía en tinas, ... servía también para dar color a las pieles, así por ejemplo el vegetal y el sulfato de hierro daba unas pieles negras ... "En Can Franch abona las pieles con sales de aluminio, con lo que conseguían unas pieles blancas, muy blandas y especialmente aptos para guantes de lujo. Más adelante utilizaron para abonar-las, cromo, el cual necesitaba unos depósitos de madera llamados bombos donde se disponían las pieles y se hacían girar a la hora que estaban en contacto con productos químicos. Cuando el proceso de curtido finalizaba las pieles se volvían a clasificar y se determinaba su destino final: guantes, ante o napa. Hasta finales del siglo XIX el proceso de curtido se hacía manual, de manera que se convertía en un proceso largo, duro y lento. La dureza de este oficio hacía que normalmente no hubiesen mujeres, aunque cuando los habían normalmente hacían trabajos como pulir las pieles para convertirlas en ante, trabajar la napa, escurrir las pieles y extenderlas, medirlas , hacer los paquetes para facturar, ...

Francesc Colprim aclara que en este proceso era necesario saber el destino final de la piel " ... dependiendo del tipo de piel que se quiere, se le dará una consistencia más o menos fuerte. No es lo mismo una curtición de calzado que una de vestir como puede ser la napa o el alce ... "y sigue diciendo que" ... cuando se aplicaba el “roldor”, se pasaba del desencalado a la curtición ... "

Por último la piel llegaba a curtidores los que untaban los cueros con sede o manteca de cerdo (de ahí el nombre de sazonador), a fin de dar suavidad y morbidez en las pieles y hacerlas aptas para la fabricación de cualquiera de los productos finales. Al final se secaban y cilindros con una gruesa piedra de molino ya que en muchos casos había que rebajarla, es decir igualar la piel que en algunos lugares era más gruesa que en otras.

Ahora la piel ya estaba preparada para la elaboración final, el teñido ,.... y aunque Francesc nos comenta que con la aparición del plástico, la industria de la piel ha recibido mucho, debido a la gran cantidad de imitaciones y falsificaciones hay que decir que ya hace muchos más años que las imitaciones y falsificaciones están en la calle, y sino solo hay que darle un vistazo a los estatutos del gremio del siglo XVI donde se dice: " ... no sia ningun sabater qui gose vendre sabates falsificades, ço es venentles per cordova essent de molto o venentles per cordova essent a soles los devants de cordova y los derreres de molto o altrament sots pena de vint y un sou.... "

A modo de epílogo

Como una gran mayoría de los oficios artesanos, con la llegada de la industrialización, éste se fue mecanizando, y poco a poco los talleres fueron desapareciendo y de aquella próspera industria de la piel actualmente quedan en la comarca Curtidos Julbe, en Porqueres , y Tecnopiel y Terricurt (Acabados del Terri) en Banyoles ... aunque paseando por la ciudad todavía podemos ver, como mudos testigos de lo que fue esta industria, varios edificios fácilmente identificables con sus dos plantas características de una curtiduría preindustrial: la planta baja, donde tenían lugar las operaciones de preparación y abono de las pieles, y la planta de encima, el tendedero, con sus grandes ventanales en forma de arcos de medio punto, donde los cueros perdían la humedad, colgados de las características barras. Y es que como dice Francesc " para hacer este proceso que consiste en coger la piel, que está en estado de putrefacción y pasar a un estado de conservación, antes se tardaba días y hoy se puede hacer en horas < / i> ".

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