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ESCRITORES DEL SIGLO DE ORO QUE LOARON A DON ALVARO DE BAZÁN, MARQUÉS DE SANTA CRUZ

ESCRITORES DEL SIGLO DE ORO QUE LOARON A DON ALVARO DE BAZÁN, MARQUÉS DE SANTA CRUZ

Oretánia de cultura, número 3

El que fuera Marqués de Santa Cruz y señor de las villas del Viso y Valdepeñas, capitán general del Mar Océano y de la gente de guerra del Reino de Portugal, Don Álvaro de Bazán y Guzmán, surcó, a lo largo de más de 40 años, tanto el Océano Atlántico como el Mar Mediterráneo, participando en un gran número de batallas de las que salió siempre invicto. Junto a él, en esos años, coincidieron, a veces bajo su mando y otras veces como simples compañeros de batalla, diversos escritores del llamado Siglo de Oro español. Escritores que antes que poetas fueron soldados, como Baltasar del Alcázar, Miguel de Cervantes, Cristóbal de Virués, Alonso de Ercilla, Cristóbal Mosquera de Figueroa y Félix Lope de Vega. Así mismo, otros que no tuvieron la suerte de combatir a su lado, también dejaron su huella en sus poemas, alabando sus proezas y llorando su muerte, como Bernardo de Balbuena, Luis de Góngora, Gaspar García de Alarcón o Gabriel Lobo Lasso de la Vega, entre otros.

Don Álvaro de Bazán y Guzmán (Granada 1526 - Lisboa 1588) Hijo de Álvaro de Bazán y Solís, llamado "el Viejo" (1506-1558), Álvaro de Bazán y Guzman, llamado "el joven" fue un militar y almirante español, célebre por el uso de galeones de guerra, por utilizar por primera vez infantería de marina para realizar operaciones anfibias y por no haber sido derrotado nunca.
Nacido en Granada, ?como recuerda una placa colocada donde se sitúa la casa donde nació y que reza «A la memoria del insigne granadino D. Álvaro de Bazán, general de la Armada, vencedor en Lepanto, Túnez, las Islas Terceras y Alta Mar. Nacido en la casa señorial que ocupaba el solar»?, a la edad de nueve años ya corría por la cubierta de la nave capitana de su padre, haciendo así su aprendizaje náutico, que culminó a la edad de 18 años cuando, junto a él, tomó parte en la batalla de Muros, frente a la costa gallega.
Fue éste el principio de una gran carrera militar que le llevó a enfrentarse en los primeros años de su carrera naval a los corsarios franceses e ingleses y a los piratas berberiscos que operaban desde sus bases atlánticas. Gestas que hicieron que recién cumplidos los veintiocho años, en 1554, fuese nombrado capitán general de la Armada y en 1566, Capitán General de las Galeras de Nápoles. Tres años más tarde, el 19 de octubre de 1569, Felipe II le concedió el título de marqués de Santa Cruz de Mudela por sus méritos como fueron la conquista del Peñón de la Gomera, el ataque de Ceuta o el socorro de la isla de Malta.
A lo largo de su dilatada carrera, participó en diversas acciones en el Mediterráneo, reduciendo notablemente los ataques corsarios, tal es el caso de la batalla de Lepanto (1571) o la de La Goleta (1573), entre otras, así como en el Atlántico, llevando a cabo diversas campañas frente a las costas de Portugal, entre ellas la de la Isla Terceira (1583), en las Azores, en las que se enfrentó a franceses y rebeldes portugueses que no reconocían a Felipe II como rey de Portugal1, muriendo invicto, cuando estaba preparando la invasión de Inglaterra.

Baltasar del Alcázar, el poeta gastrónomo (Sevilla, 1530 – Ronda, 1606)
El que ha pasado a la historia con el epíteto de "el poeta gastrónomo" se alistó como soldado en las galeras de don Álvaro de Bazán “el Viejo”, primer marqués de Santa Cruz, participando en la batalla de Muros, donde fue hecho prisionero por los franceses, que lo liberaron poco después.
El combate naval de Muros, llevado a cabo el 25 de julio de 1543, fue una victoria militar española que tuvo lugar en las aguas de esta población gallega, en la que se enfrentaron una escuadra francesa de 25 naves, al mando de Jean de Clamorgán y del corsario Hallebarde, y una española de 16 naves al mando de Álvaro de Bazán "el Viejo", I señor del Viso, padre de Álvaro de Bazán “el Joven”, que también participó en el combate pese a no contar con más de 18 años.

Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547 - Madrid, 1616)
El que fuera autor del aclamado libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, marchó a Italia, acusado de herir en un duelo a un tal Antonio Sigura, maestro de obras. Sea cierto o no, el caso es que en 1569 lo encontramos en suelo italiano, donde se pondrá al servicio del cardenal Giulio Acquaviva, a quien probablemente conociera en Madrid, aunque al poco deja al prelado para embarcarse y pasar a ocupar la plaza de soldado, a las órdenes del capitán Diego de Urbina, participando de ese modo en la batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571), donde la Armada de la Santa Liga2 se enfrentó a la Armada otomana, en «la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros», según dejó escrito el propio Cervantes, que combatió en la galera la Marquesa, perteneciente a la escuadra del comandante Juan Andrea Doria (República de Génova), en el reducto del esquife junto a doce soldados más.
En plena batalla, la galera fue embestida por dos naves turcas, que pronto tomaron su proa, dirigiéndose a los reductos centrales del fogón y del esquife. En el asalto pereció Diego de Urbina, capitán de la nao, mientras que Cervantes recibió dos tiros en el pecho y un tercero en la mano izquierda, la cual le quedó inutilizada para el resto de su vida y de ahí le viene el apodo de Manco de Lepanto. Y cuando la situación empezaba a ser muy comprometida, con más de cincuenta bajas a bordo, entre ellas la del propio capitán, como ya he comentado, apareció en su auxilio la galera Leona, perteneciente a la escuadra del comandante Álvaro de Bazán, con lo que el combate cambió radicalmente.
Sobre ese combate en particular, en el capítulo XXXIX de El Quijote, titulado "Donde el cautivo cuenta su vida y sucesos", Miguel de Cervantes escribió:

En este viaje se tomó la galera que se llamaba La Presa, de quien era capitán un hijo de aquél famoso cosario Barbarroja. Tomóla la capitana de Nápoles, llamada La Loba, regida por aquel rayo de la guerra, por el padre de los soldados, por aquel venturoso y jamás vencido capitán, don Alvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz.

Luego de recuperarse de sus heridas en un hospital de Messina (Italia), Cervantes reanudó su vida militar, en 1572, tomando parte en las expediciones navales de Navarino (1572), Corfú, Bizerta y Túnez (1573), en las que su camino se cruzó con los de Don Álvaro, pero nunca bajo su mando directo.
Después de dejar la vida en el mar, visitó diversas ciudades italianas, hasta que en 1575, encontrándose en Nápoles, decidió volver a España. Fue en ese viaje de regreso, a bordo de la de la galera Sol, cuando una flotilla turca comandada por Mami Arnaute hizo presos a Miguel y a su hermano Rodrigo el 26 de septiembre de 1575, permaneciendo cautivo en Argel hasta el año 1581 en que después del pago por su rescate pudo volver finalmente a España.

Cristóbal de Virués (Valencia, 1550 - Valencia, 1514)
Fue un dramaturgo y poeta, perteneciente a una familia acomodada, que se codeó con escritores como Agustín de Rojas, Lope de Vega e incluso Miguel de Cervantes, el cual elogió su heroísmo en el Canto del Turia. Siguió la carrera militar, participando, entre otras en la batalla de Lepanto, sobre la que escribió la Égloga de la Batalla Naval, y en donde hace referencia a la actuación del marqués.

El Turco retirosse temeroso,
en cuya fe el Baçán valiente osando,
una galera acometió furioso
i, rendida, la traxo remolcando.

Alonso de Ercilla y Zúñiga (Madrid, 1533 - Ocaña, 1594)
Fue pariente de Álvaro de Bazán, por parte de la primera esposa del marqués, Juana de Zúñiga. Fue el autor de La Araucuna, un poema épico de exaltación militar en 37 cantos, donde narra los hechos más significativos sobre la expedición de castigo contra los araucanos, en Chile, y en donde las peripecias de Ercilla corren parejas al relato épico. A su vuelta a España, y tras ser nombrado Caballero de la Orden de Santiago, y para cumplir con los preceptos de la Orden, en 1571 se embarcó en Cartagena y meses más tarde tomó parte en la acción de La Goleta (1573), en la costa de Tunez.
Ávido de aventuras a pesar de sus cincuenta años, Ercilla participó en la campaña de las Azores bajo el mando de Álvaro de Bazán. Acerca de su victoria sobre la armada francesa en la batalla de la Isla Terceira (26 de julio de 1582) escribió un romance que concluyó con estos versos:

Mas, con gran furia a esta hora, que ya de cinco pasaban
que se comenzó el combate y duraba la batalla,
la fortuna de Felipe atropelló a la de Francia;
quel valeroso Marqués, a fuerza de pura espada,
venció de los enemigos la almiranta y capitana,
prendiendo a Felipe Estroci, que, en viéndole, rindió el alma.
Visto los demás franceses la victoria por España,
de los desmayados brazos se les cayeron las armas;
¡abren el paso los nuestros por medio de las gargantas!

Cristóbal Mosquera de Figueroa (Sevilla, 1547 - Écija, 1610)
De condición hidalga, fue corregidor sucesivamente de Utrera, del Puerto de Santa María y de Écija, y alcalde mayor del Adelantamiento de Burgos. Participó como Auditor General de la Armada, de la que fue cronista, en la expedición a las Azores y a la isla Terceira, estando bajo las ordenes de Don Álvaro de Bazán.
Tuvo algunos amigos muy conocidos, como el poeta Alonso de Ercilla, cuya tercera parte de la Araucana prologó; Miguel de Cervantes, a quien le proporcionó trabajo como recaudador de la Armada Invencible, y don Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz, que le protegió y sobre el que escribió Elogio del excelentíssimo señor Don Álvaro de Baçán, marqués de Santa Cruz, señor de las Villas del Viso y Valdepeñas, Comendador mayor de León, del Consejo de su Magestad, y su Capitán General del mar Océano y de la gente de guerra del Reyno de Portugal (1596).
Aquí quisiera hacer un inciso para referirme al hermano de Miguel de Cervantes, Rodrigo, herido también de un arcabuzazo en Lepanto y cautivo junto con su hermano en Argel, cautiverio que para él, terminó en 1577, después del pago del rescate. Reincorporado a la vida militar participó en las campañas de Portugal y en la de la isla Terceira, en el tercio de Lope de Figueroa, y en la que Alvaro de Bazán le promovió al empleo de alférez por méritos de guerra. Pues bien, sobre él y su actuación en la toma de la isla de la Terceras, escribió:

Llegaron brevemente las barcas a tierra, donde saltaron los españoles con grande esfuerzo, entre aquellas lajas, a los lados de los fuertes. Algunos ponían el pie seguro en una piedra para escaparse de la resaca, que era grande. Otros, que no podían esperar esta coyuntura, se abalanzaban y se sumergían, de suerte que el agua les cubría hasta la cinta, y con la resaca quedaban luego exentos para salir. Echose al agua animosamente con su bandera, por haber encallado la barca, Francisco de la Rúa, alférez de don Francisco de Bobadilla, y tras él el capitán Luis de Guevara y Rodrigo de Cervantes, a quien después aventajó el Marqués; y así muchos salieron de las barcas mojados, corriendo agua salada entre las ropas y las armas.

Félix Lope de Vega Carpio (Madrid, 1562 - Madrid, 1635)
Procedente de una familia humilde, la vida del llamado "Fénix de los ingenios" fue sumamente agitada y repleta de lances amorosos. Estudió en los jesuitas de Madrid y cursó estudios universitarios en Alcalá, aunque no consiguió el grado de bachiller. En no conseguir el titulo y a la vez perder el apoyo de sus protectores, desalentados por su vida disoluta y el desperdicio de su talento, y después de algún efímero empleo como secretario de un aristócrata, probó suerte en la milicia y se alistó en la marina, teniendo su bautismo como soldado en la conquista de la isla Terceira, en las Azores, encuadrado en el tercio de Lope de Figueroa. Gracias a ello, hizo una firme amistad con el I marqués de Santa Cruz, que duraría hasta la muerte del invicto marino en 1588, cuando estaba enfrascado en los preparativos para poner rumbo a Inglaterra con La Gran Armada. Hazaña en la que de nuevo Lope de Vega, después de varias vicisitudes en su retorno a la vida civil, se alistó otra vez como soldado, a bordo de la nave San Juan, siendo una de las naves que consiguió regresar a España.
Fue Lope, el autor de los versos que se pueden leer en la parte posterior del pedestal sobre el que descansa la estatua de Don Álvaro, en la Plaza de la Villa de Madrid:

El fiero turco en Lepanto,
en la Tercera el francés,
y en todo mar el inglés,
tuvieron de verme espanto.

Rey servido y patria honrada,
dirán mejor quién he sido,
por la cruz de mi apellido,
y con la cruz de mi espada

Así mismo, en la obra El Galán escarmentado (1595-1598), pone en boca de uno de los personajes la composición de la escuadra que participó en la batalla de la isla de Terceira, así como el desarrollo de las operaciones:

Del gran río de Lisboa
las vísperas de aquel grande
que Dios le puso este nombre
y Juan sus dichosos padres,
a quien cristianos y moros
con tanto amor fiesta hacen,
el Marqués de Santa Cruz
con cinco galeones parte,
treinta naos, doce galeras
y doce armados patajes,
dos galeazas, quince cebras,
siete barcas chatas grandes,
con catorce carabelas
y con nueve mil infantes
de bizarros españoles,
italianos y alemanes;
cuatro mil hombres de mar
en faenas y balances,
y cincuenta aventureros,
señores particulares.

Haciendo que los soldados
en los patajes se embarquen
y con vientos por bolina
se fue siguiendo el viaje
hasta ver a San Miguel,
isla entonces sin el Ángel.

Surge en la playa a pesar
de sus cañones y hace
que un soldado y un trompeta
a los fuertes se acercasen
a publicar el perdón
que del Rey de España trae;
nos respondieron las piezas
de muros y baluartes.
Reconocióse la isla,
y con acuerdo bastante
por una ensenada y calas,
entra a seis de julio, un martes,
remolcando los barcones,
las pinazas y patajes
en que irían cuatro mil
y más quinientos infantes
de los tercios de don Lope
y de otros tres capitanes.
Entró, en efecto, el Marqués,
al tiempo que el alba sale,
llevando en su capitana
muchas personas notables;

Ganóse la artillería,
San Sebastián luego dáse,
y a la ciudad de Angra vuelve
nuestro ejército triunfante,

y quedando victoriosa
la gloria de los Bazanes.

Pero no son solo éstas las muestras de admiración que el "Fénix de los ingenios" tuvo para el marqués, sino que incluso hizo un poema que lleva por título "Al Sepulcro del Marqués de Santa Cruz" que se puede leer en La Arcadia (1598):

Aunque de roble y de laurel no enrames,
España, este sagrado mauseolo,
Sino de lienzos que combata Eolo,
velas, bastardos, gabias y velames:

Aunque César marítimo le llames,
Y en vez de Dáfnes, la que adora Apolo,
Sus nobles sienes ciña coral solo,
A pesar de la envidia y odio infames;

De ningun capitan de tierra debes
Honrarte mas que del Bazán famoso,
Crucígero Neptuno, Marte Hispano.

Llora, que le perdiste en años breves,
Pues era con su brazo belicoso
Argos de nuestra Fé, Jason cristiano.

Bernardo de Balbuena (Valdepeñas, 1562 - San Juan Bautista de Puerto Rico, 1627) Fue un eclesiástico y poeta español asentado en Nueva España y las Antillas Mayores, que llegó a ser obispo de Puerto Rico, el cual en el Libro II de su obra Bernardo escribió un elogio en el que hace referencia al inminente ataque que Don Álvaro estaba preparando contra la armada inglesa:

El que sobre este carro cristalino
el mar gobierna en venturoso freno,
si al mundo hallare su valor camino
para dejarlo de vitorias lleno,
de Santa Cruz será marqués divino,
y si la Parca en su enlutado seno
antes de tiempo su valor no encierra,
temblar hará el furor de la anglia tierra.

Luis de Góngora y Argote (Córdoba, 1561 - Córdoba, 1627)
El que fuera poeta y dramaturgo, también tuvo palabras para Don Álvaro, en forma de epitafio, coincidiendo con la muerte del ilustre navegante

No en bronces, que caducan, mortal mano,
Oh católico Sol de los Bazanes
Que ya entre gloriosos capitanes
Eres deidad armada, Marte humano,
Esculpirá tus hechos, sino en vano,
Cuando descubrir quiera tus afanes
Y los bien reportados tafetanes
Del turco, del inglés, del lusitano.
El un mar de tus velas coronado,
De tus remos el otro encanecido,
Tablas serán de cosas tan extrañas.
De la inmortalidad el no cansado
Pincel las logre, y sean tus hazañas
Alma del tiempo, espada del olvido.

Gaspar García de Alarcón (Cuenca, ? - ?)
Poca cosa se sabe de este autor, si no fuera por el hecho de haber publicado en 1585, una obra que lleva por título La victoriosa conquista que Don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruzz, Generalde la Armada y Exército de Su. Mag. Hizo en las Islas de los Açores, el año de 1583, compuesta por Gaspar García de Alarcón, natural de la ciudad de Cuenca. El texto es conocido gracias a una edición que en 1888 hizo Eduardo de Navascués, uniéndolo con otro de Baltasar del Hierro con el título conjunto de Coronas épicas en loor de Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, y en el que se pueden leer loas como ésta:

do Francia con deshonra lo ha sentido
dejando al de Bazán enriquecido

Gabriel Lobo Lasso de la Vega (Madrid, 1555 - Madrid, 1615)
Descendiente de Garcilaso de la Vega, nació en Madrid, donde frecuentó la casa del poeta Alonso de Ercilla. En 1580, fue nombrado «pagador de S. M. don Felipe y contador de la armada», entonces liderada por el marqués de Santa Cruz, sobre el que publicó en 1601, Elogios en loor de los tres famosos varones, don Jaime, rey de Aragón; don Fernando Cortés, marqués del Valle, y don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz.

Puse aquí, asimismo, pareciéndome no fuera de propósito, con las altas hazañas del famoso rey don Jaime, las inauditas y milagrosas de los marqueses, don Fernando Cortés y don Álvaro de Bazán, pareciéndome asimismo sería un terno de maravillosa armonía y concordancia, y por ser tres varones semejantes en valor y fortuna.

Sobre Lasso de la Vega hay un largo estudio, obra de Aude Plagnard (2018), en el que referencia otros escritores que se han referido a las hazañas del marqués, o bien como consecuencia de la propia obra de Lasso, o bien al contrario, es decir que es Lasso de la Vega quien se nutre de las referencias que sobre el marqués hacen otros autores.
En ese estudio podemos encontrar referencias a Francisco Sánchez de las Brozas ( Brozas, 1523 - Salamanca, 1600), conocido como el Brocense. Catedrático de Retórica en la Universidad de Salamanca, dejó escrito un poema en que si bien se refiere a Lasso de la Vega, indirectamente se refiere también al marqués: «[...] mejor que Orfeo, Lasso hizo revivir a Álvaro de Bazán para mayor espanto de sus enemigos». A Luis de Vargas Manrique (Toledo, 1566 - c.1593). Poeta y soldado, fue compañero de Lope de Vega en el desastre de la Armada Invencible, llegando a formar parte del núcleo poético constituido por el propio Lope y por Cervantes. Y al igual que hizo el Brocense, se refirió al marqués a través de la obra de Lasso: «Bazán, héroe del mar en Lepanto y en las islas Terceras, puede descansar en paz, pues ya encontró al Homero de Cortés para dejar el «archivo fiel de [s]us victorias». A Jerónimo Corte-Real (Azores, Portugal, 1533 - Évora, Portugal, 1588), considerado como "el Virgilio portugués", al que Lasso de la Vega se refiere con motivo del poema del portugués que lleva por título Felicísima Victoria concedida del cielo al señor don Juan de Austria en el golfo de Lepanto, donde se alaba la acción de Don Alvaro en aquella batalla. También hace referencia a Francisco de Segura (Atienza, 1569 - Zaragoza c.1620), que desde muy joven acompañó a su padre en diversas campañas militares de los ejércitos españoles frente a las costas de Portugal siendo herido en la batalla de Punta Delgada, mientras servía bajo los órdenes de Álvaro de Bazán y también en la batalla naval de la isla Terceira, y sobre el que la autora dice que Lasso de la Vega se remite diciendo que «El alférez Francisco de Segura a un su amigo que le pidió le diese noticia de algunas victorias y hazañas del marqués de Santa Cruz, sabiendo se había hallado como soldado suyo con él en algunas ocasiones». Otro de los mencionados en relación a Don Álvaro, es el sacerdote, músico y escritor Vicente Espinel (Ronda, 1550 - Madrid, 1624), que como otros grandes de su época también fue soldado, coincidiendo con Álvaro de Bazán, siendo uno de los personajes que aparecen representados junto al marqués, en los azulejos que decoran alguno de los bancos del jardín del Palacio del Marqués de Santa Cruz, en el Viso del Marqués, obra de la fábrica Ruiz de Luna (Talavera de la Reina). A él y a su obra Diversas rimas (1591) se refiere Lasso en sus Elogios.
Y para terminar esta exposición me referiré a unas octavas reales firmadas por el licenciado Jerónimo Ramírez a las que hace referencia Lasso y que resumen quien fue ese gran marino llamado Álvaro de Bazán y Guzmán, marqués de Santa Cruz:

Los marineros han de ser héroes o dioses del mar: tal es el marqués de Santa Cruz, con el mérito añadido de vigilar a los piratas y enemigos de España. Superior a los héroes de la Antigüedad, lo es también de sus contemporáneos, capitanes y soldados prácticos, quienes nunca se atrevieron a combatir fuera de la tierra firme. Por los mares, Bazán se enfrenta a los elementos y a sus enemigos: Strozzi en las islas Terceras, los otomanos en Lepanto, los corsarios del Magreb, y los ingleses, que proliferan en el Atlántico desde su muerte.

BIBLIOGRAFIA:
CABRERO, José E (2021). «Álvaro de Bazán, el granadino "nunca vencido" y ya "olvidado"». El Ideal, 9 de febrero de 2021.
CARREIRA, Antonio (2011). «La guerra en algunos poetas líricos del siglo XVII». Lectura y signo, núm.6
DÍEZ, Juan Ignacio (2018). «Un prosímetro panegírico de Cristobal Mosquera de Figueroa: el Elogio al retrato de don Alvaro de Bazán». El Criticón, núm. 132.
GARRIDO PASCUAL, Eduardo (2023). «A las órdenes de Felipe II. Álvaro de Bazán, el marino español que pasó de organizar la Armada Invencible al ostracismo». La Vanguardia. 16 de mayo de 2023.
PÉREZ GALDÓS, Benito (1888). «Don Álvaro de Bazán». Obras inéditas. Volumen 7. Cronicón: (1886-1890), prologadas por Alberto Ghiraldo
PÉREZ HENARES, Antonio (2022). El más grande, victorioso y olvidado de los marinos españoles. El Día de Soria. 4 de abril de 2022.
? (2023). «La pluma y la espada - Félix Lope de Vega. Niño precoz, joven libertino y soldado a las órdenes de Álvaro de Bazán». La Tribuna de Ciudad Real, 8 de agosto de 2023.
PLAGNARD, Aude (2018). «El Elogio a don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, Capitán General del Mar Océano de Gabriel Lobo Lasso de la Vega». El Criticón, núm. 132.
RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Agustín Ramón (2015). «Lope de Vega: soldado y poeta». ABC, 2 de diciembre de 2015 ? (2017). Álvaro de Bazán. Capitán general del Mar Océano. Madrid: Edaf.

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